Día 7.Para visitar
Copenhague también decidimos hacerlo por libre, teníamos más tiempo y podríamos ver las cosas más importantes.

El barco llegó a las 14:00 al puerto, desde allí cogimos un taxi que por unos 15 euros aproximadamente nos dejó en el
Ayuntamiento.
Entramos al
Ayuntamiento y estuvimos recorriendo sus pasillos arriba y abajo después salimos a un jardín interior con una fuente en medio. Nosotros entramos sin pagar, porque no nos dimos cuenta pero luego nos dijeron que si que se pagaba para entrar.
Delante del
Ayuntamiento existe una gran plaza,
Radhuspladsen, 165 x 150 metros en la cual podemos destacar
la Fuente del Dragón. Enfrente del Ayuntamiento se encuentra el
Tivoli, el cual decidimos visitar por la noche.
Comenzamos a recorrer la ciudad por la calle peatonal,
Stroget, la cual es el eje fundamental de la ciudad, llena de edificios antiguos, monumentos y numerosas tiendas. Se pasa también por le museo de los records
Guinness, pero que no entramos.Siguiendo la calle llegamos al corazón de
Copenhague.
Nos desviamos a la izquierda para poder subir a la
Torre redonda de Rundetarn. Por aproximadamente dos euros puedes disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad, además de poder situarte para saber donde están los sitios que quieras visitar.
Llegamos hasta el final de la calle peatonal donde llegamos a una gran plaza situada al lado de
Nyhavn que lo dejamos para más tarde. Continuamos hacia la izquierda hacia la
Catedral de
Federico o Frederiskirken, a la que no pudimos entrar ya que acababan de cerrar. Esta abierta de 12:00 a 17:00. Destaca por su gran cúpula vaticana.

A pocos metros de allí nos encontramos una preciosa y pequeña iglesia ortodoxa en la cual estaban haciendo misa, cosa que aprovechamos para verlo unos instantes.
Enfrente de la
Catedral están las dos residencias reales, que ocupa la actual familia real danesa.
Amalienborg Plads. Gran plaza.
A unas calles de allí se encuentra otro de los lugares de interés de
Copenhague, el
Kastellet o ciudadela situada en una pequeña isla a la cual se accede por un puente. A la puerta del
Kastellet está la
iglesia de St. Alban´s. Pequeña iglesia situada al lado de una preciosa fuente. Muy cerca de allí está la Sirenita, la cual dejamos para el día siguiente ya que se nos hacía tarde para subirnos a un barquito que teníamos que coger en
Nyhavn.

El paseo por los canales fue de hora y media, y por el cual pagamos 15 euros por persona. El paseo te llevaba por los canales, pasando por zonas residenciales, cerca de
Christians,(barrio hippie existente en
Copenhague). Llegamos hasta la Sirenita y por los lugares más importantes de
Copenhague.
Después del paseo en barco volvimos por la calle peatonal y fuimos a buscar el
Palacio de Christias-Borg. Cerca del cual está el precioso edificio gótico de
la Bolsa.

Desde allí nos dirigimos, detrás del
Ayuntamiento, a uno de los sitios que más me gusto del viaje, el
Hotel Copenhague 27 donde se encuentra el
Absolut Ice Bar. Por un precio de unos 22 euros entras en un bar completamente de hielo, a unos 5 grados bajo cero. Te sirven un cóctel a elegir y puedes estar el rato que aguantes. Para entrar te dejan ropa adecuada y guantes para soportar el frío. Fue muy divertido.
Al salir y ya anocheciendo nos dirigimos a entrar al
Tivoli, el parque de atracciones de
Copenhague. La entrada sencilla, es decir, sin incluir ninguna atracción, son 85 coronas danesas. Nos recomendaron que al
Tivoli hay que visitarlo de noche y la verdad es que es una maravilla. Innumerables atracciones, espectaculares e iluminados edificios, restaurantes, bares, tiendas.

Fue una grata sorpresa.
Eran ya las 11 de la noche y cogimos un taxi de retorno al barco.