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Qué ver en Viena

Llegamos a Viena a las 14:10 horas. Volamos con Swiss Air. Recogimos las maletas y tomamos el metro hacía el centro de la ciudad. Wien Mitte. Cambiamos de línea, la parada donde se encuentra el hotel es Museums-quartier. El hotel está muy cerquita de esta parada.

Hotel Viena Art. El hotel calidad-precio está muy bien, cerca del metro desde donde puedes ir a cualquier lado. Incluso a pie estás a unos 15 minutos del centro. La habitación bastante amplía. No muy nueva, pero limpia. Wifi gratis en todo el hotel, importante si quieres llamar desde Skype.
Dejamos las maletas y nos dirigimos al Naschmarkt, el mercado callejero más popular de Viena. Hoy en día, se pueden comprar en él fruta y vegetales frescos de todo el mundo, especias exóticas, queso, pan, tartas, carnes y mariscos varios. Situado a unos 10 minutos del hotel.


De allí nos dirigimos a La Ringstraße, una calle circular de Viena donde se encuentran los más importantes monumentos de la ciudad.

Los edificios más significativos de la Ringstraße son: Universidad ,Iglesia Votiva, Ayuntamiento de Viena, Museos de Historia Natural y de Historia del Arte, Parlamento, Neue Burg, Burgtheater, Ópera Estatal de Viena, Wiener Musikverein, Antiguo Ministerio de la Guerra, Bolsa y los Palacios de la Ringstraße.

Paseamos por Maria-Theresien-Platz, donde se encuentra el museo de Historia Natural y el Museo de Historia el Arte.

Continuamos nuestro paseo hacía el Parlamento. Es uno de los edificios más famosos y admirados de la ciudad.

A continuación se encuentra el Ayuntamiento de Viena, de estilo gótico. Muy bonito. Frente al edificio hay un parque llamado Rathauspark, que estaba lleno de gente. Llegamos hasta la Iglesia Votiva(Votivkirche) y ya regresamos paseando otra vez por la calle.


Enfrente del ayuntamiento se encuentra el Burgtheater, Teatro Nacional de Viena, es uno de los más importantes en lengua alemana.


Eran las 18:00 de la tarde cuando pasamos por la Biblioteca Nacional, a la que entraríamos otro día. Al lado está la iglesia de los Agustinos.

Cerca de allí está el Albertina, museo en el centro de Viena que alberga una de las más extensas colecciones gráficas del mundo.

A continuación está la Opera, la cual visitaríamos el día siguiente.

Fuimos a cenar y regresamos al hotel a descansar, nos habíamos levantado muy temprano y nos esperaba un día largo.

Qué ver en Viena (II)

Nos levantamos muy temprano, tomamos el metro y fuimos al Palacio de Schonbrunn. A las 8:30 de la mañana estábamos entrando. Es recomendable ir pronto, porque luego se hacen unas colas larguísimas.


El Palacio de Schönbrunn es uno de los principales edificios históricos y culturales de Austria, desde el siglo XIX ha sido una de las principales atracciones turísticas de la ciudad de Viena. Fue la antigua residencia de verano de la familia del emperador, es una de las construcciones barrocas más impresionante de Europa.


Existen varios tipos de entrada, nosotros compramos la Ticket classic pass por 16,50 euros.

Con este ticket tienes derecho a visitar los salones y habitaciones del Palacio, un total de 40 habitaciones. Incluye la audio-guía.
También los jardines del príncipe.
El laberinto
Y subir a la glorieta donde hay unas vistas excepcionales.



La verdad que puedes pasarte la mañana entera paseando por los jardines, pero si quieres aprovechar los pocos días que vamos a estar en Viena, hicimos el recorrido en apenas 3 horas.


Si visitas Viena no puedes dejar de visitar el Palacio de Schönbrunn.

Regresamos al centro de la ciudad, donde realizamos la visita guiada a la Opera. El precio de la entrada es de 6,5 euros. La visita la realiza una guía en español. La verdad que el grupo con españoles era el más numeroso, incluso más que los de habla inglesa.

Durante todo el año hay obras de teatro todos los días, y puedes comprar entradas para ver la representación incluso por 3 euros, eso sí, de pie y en la parte superior.


Pero durante los meses de julio y agosto no hay representaciones, y la única manera que se tiene de ver la ópera es con estas visitas guiadas.

Hacen un recorrido por todo el Teatro de la Ópera. Es uno de los más importantes y de mayor prestigio y tradición del mundo. La visita es muy recomendable.

Al salir de la Ópera empezó a llover de forma considerable, así que optamos por comer algo antes de continuar.

Después de comer fuimos a visitar la Catedral de San Esteban, situada en pleno centro de la ciudad. Es la iglesia principal de Viena.


Hicimos la visita rápida a la catedral porque queríamos ir a ver el Museo de Sisí. El precio de la entrada eran 10,5 euros. Visitamos las habitaciones de Sisi y su familia. Mientras recorrías las salas te contaban la vida de Sisi a través del audio-guía. Conocer la historia y ver las habitaciones es curioso e interesante, aunque después de ver las habitaciones en el Palacio de Schönbrunn por la mañana, se hizo un poco pesado.

Estábamos reventados, nos fuimos a darnos una ducha al hotel y otra vez a seguir con nuestra ruta. Sobre las 19:00 de la tarde tomamos el metro, nuestro destino era el estadio de futbol, Ernst Happel. ¿Saben que pasó en este estadio el año 2008? Que España ganó la final de la Eurocopa.

De aquí queríamos ir al Pratter, el parque de atracciones de Viena, pero como no cesaba la lluvia desistimos. Ya volveríamos el próximo día que estuviéramos en Viena.

Así que regresamos al centro de la ciudad a buscar un restaurante para cenar y probar uno de los platos típicos de Austria, la carne empanada. Buenísima.


Dimos un paseo por las calles del centro de la ciudad y regresamos al hotel.

Al día siguiente teníamos que ir a recoger el coche que habíamos alquilado y continuar nuestro viaje por Austria.

Fue un ¡Hasta luego Viena!

Qué ver en Melk

Recogimos el coche y fuimos dirección Melk, está a una de hora de Viena aproximadamente.

En Melk nos alojábamos en el hotel Wachauerhof, el hotel estaba bastante bien. Las habitaciones un poco antiguas, pero solo era una noche y el pueblo es pequeño, no hay mucho donde elegir. Es muy tranquilo, está situado muy cerca de la plaza mayor y de la abadía. A destacar el restaurante del hotel, y la única pega, que no tenían wifi.

Dimos un pequeño paseo por el pueblo, no hay mucho que ver. Son dos calles, eso sí, muy pintorescas y bonitas. Destaca la iglesia y la plaza principal.


 La mayor atracción es la abadía. Umberto Eco llamó a uno de los protagonistas de su famosa novela El nombre de la rosa Adso de Melk, como tributo a la abadía y a su famosa biblioteca.

Stift Melk es una abadía benedictina, uno de los monasterios cristianos más famosos del mundo, de estilo barroco. Es un lugar impresionante. Fue una de las sorpresas del viaje. No me esperaba encontrar un sitio tan espectacular.

Destaca de la abadía su biblioteca, recuerdo que cuando entré dije, estoy en uno de los sitios más impresionantes que he estado nunca. Es realmente preciosa. El precio de la entrada son 9,5 euros más 2 euros si quieres la audio-guía.

Luego estuvimos paseando por sus jardines, se respira mucha tranquilad.

Después de los días de caminar sin parar para ver Viena, el día de hoy era de relax. Ver el pueblecito, sentarte a tomar unas cervezas en cualquier terraza. Así pasamos la tarde.


Cenamos en el restaurante del hotel donde comimos muy bien, y dimos una vuelta después de cenar para observar la abadía iluminada por la noche.


Mathaussen

Salimos de Melk a las 8 de la mañana para estar a las 9 en el campo de concentración de Mathaussen. El precio de la entrada es de 2 euros, y por 2,50 euros más puedes comprar un pequeño libro-guía donde explica la visita al campo de concentración.


Del campo de concentración no queda mucho, un par de barracones que se pueden visitar y poco más. Los campos de concentración por poco que tengan impresionan. De éste lo que más nos impresionó fue bajar a los hornos crematorios que había en un pabellón enfrente de los barracones.


Había muchas placas en recuerdo de los presos que hubo en este campo de concentración, algunas recordando a los numerosos españoles presos aquí.



Después de aproximadamente un par de horas salimos dirección a Salzburgo.

Conociendo Salzburgo

En Salzburgo nos alojamos en el hotel Motel One. Hotel abierto hace poco, que estaba a 5 minutos en autobús del centro de la ciudad. El autobús tenia parada a la misma puerta del hotel . Hotel muy recomendable, lo único que no nos gustó era que el checking del hotel no podía ser hasta 15:00 horas. Y nos tuvimos que esperar un poco. El hotel contaba con wifi gratuita aunque solo en el hall.

En Salzburgo es recomendable utilizar la Salzburgo Card. Eran unos 32 euros para los dos días. Con ella tienes entrada libre a los museos de la ciudad, puedes utilizar gratis todos los medios de transporte público incluidos los funiculares de la Fortaleza y del Monte Untersberg y el barco del Río Salzach.

Por la tarde tomamos el bus y fuimos a visitar el Palacio de Hellbrunn. Hicimos la visita y disfrutamos de los Juegos de Agua. Muy divertido. Vale la pena venir solo por esto. Si viajas con niños disfrutarán mucho.

Después paseamos por el Palacio y los jardines. Los jardines son preciosos, en el Palacio había una boda. El Palacio no tiene mucho que ver.


Como aún era pronto y teníamos la entrada gratuita decidimos darnos una vuelta por el zoo.

Tomamos el bus dirección al centro de la ciudad. Caminamos hasta encontrar el monasterio de los agustinos. Una vez allí, nos pasó una cosa muy curiosa. Ibamos solos por la calle, abrimos una puerta, bajamos unas escaleras y nos encontramos con 3 o 4 salas inmensas llenas de gente.


Lugar ideal para comer/cenar si te gusta la cerveza. Allí puedes beber cerveza hecha por los agustinos. Luego existen unas cuantos puestos de comida típica que puedas comprar y llevarte a la mesa. Muy recomendable.

Qué ver en Salzburgo

Después de visitar ayer el Palacio de Hellbrunn que está fuera del casco urbano. Hoy nos dedicamos a conocer el centro de la ciudad.

A las 9:30 de la mañana estábamos subiendo en el funicular que te lleva a la Fortaleza de Hohensalzburg desde donde hay unas vistas impresionantes de la ciudad.
Fortaleza de Hohensalzburg

Arriba en la fortaleza puedes realizar una visita a las salas de representación medievales y al museo de la fortaleza.

Una hora después estábamos bajando, al lado de donde se toma el funicular está la Abadía de San Pedro, con su cementerio, el más antiguo de Salzburgo, es uno de los lugares más visitados de la ciudad al ser uno de los cementerios más famosos del mundo. Es un sitio my pintoresco que no hay que perderse.

Cementerio de San Pedro
A las 11:00 estábamos en Residenzplatz, donde a las 9, 11 y 18 suena una canción con las campanas. El lugar es una plaza muy grande con una gran fuente en el medio. Situada al lado de la catedral en pleno corazón de la ciudad.
Residenzplatz
De allí nos fuimos al convento de Nonnberg, convento de mujeres. Destaca por la cúpula arriba de la torre de color rojo.
Convento de Nonnberg
Está muy relacionado con la películas Sonrisas y Lagrimas (The sound of music) ya que María fue novicia en este convento.

La película se rodó en algunos lugares de la ciudad, existen rutas y excursiones para visitar todos estos sitios.

Como en la catedral estaban haciendo una misa y no se podía visitar decidimos dejarla para más tarde. Cruzamos el río que atraviesa Salzburgo y nos dirigimos a la casa residencial de la familia Mozart. Donde realizamos la visita. Aquí vivió Mozart del 1773 al 1780. Se exponen objetos sobre la vida de la familia Mozart y la historia de la casa. No se pueden tomar fotos del interior. Mozart forma parte de la historia de Salzburgo.
Casa residencial de la familia Mozart
A continuación nos dirigimos al Palacio de Mirabell y sus jardines. Es uno de los lugares más bonitos de la ciudad. Es precioso y si vas a Salzburgo no debes dejar de ir.
Palacio de Mirabell y sus jardines
Dimos un paseo por esta parte de la ciudad, la calle de las tiendas (aunque estaban cerradas ya que era domingo). Salzburgo es una ciudad preciosa.

Volvimos a cruzar el río para dirigirnos a la casa natal de Mozart. Aquí nació el día 27 de enero de 1756 Wolfgang Amadeus Mozart y durante veintiséis años la familia Mozart habitó la tercera planta de la "Casa Hagenauer", situada en el número 9 de la Calle Getreidegasse. Se visitan las habitaciones de la familia y se cuenta su historia.

Después regresamos a la Catedral, esta vez ya se podía visitar. Una de las cosas que me llamó más la atención fue que la cantidad de luz que entraba del exterior. Siempre recuerdo catedrales oscuras, o con poca luz.



 Ya era hora de comer, así que buscamos un restaurante. Después tomamos el autobús y regresamos al hotel a descansar un poco. La mañana había sido muy provechosa, habíamos visitado muchas cosas y estábamos rendidos.

Ya por la tarde regresamos a la ciudad con mucha más calma. Recorrimos las concurridas calles una vez más. Nos sentamos en una terraza a tomarnos algo y compramos algo para cenar en uno de los puestos de venta ambulante.

Regresamos al hotel, mañana tocaba madrugar otra vez.

De Salzburgo se nos queda un buen sabor de boca, una ciudad que vale la pena visitar.

Eisriesenwelt

Nos habían recomendado visitar esta cueva. Salimos temprano de Salzburgo para subir antes de que se hicieran colas, a las 9:00 de la mañana estábamos allí. La verdad que acertamos porque cuando bajamos había mucha gente. Eisriesenwelt está abierta al público desde el 1 de mayo hasta el 26 de octubre. Situada en la localidad de Werfen. El precio de la entrada son 20 euros.

Subir hasta la cueva y la visita de ésta es un poco pesado, así que no lo recomendaría para personas mayores, niños o que no estén en buena forma física, pero vamos, allí subía todo tipo de gente.

Primero subes 20 minutos andando, tomas un funicular y a continuación otros 20 minutos con una pendiente aún mayor.

El recorrido dentro de la cueva está formado por 1400 escalones. La visita es acompañada por un guía y te dan una pequeña lamparita de carbono para alumbrarte, ya que está todo muy oscuro. Lo que hace la visita más bonita.

  
Dentro se encuentra un glaciar subterráneo, y aunque está bastante oscuro es un lugar precioso, una de las maravillas de Austria que no hay que perderse.


No se pueden tomar fotos, si quieres ver fotos del interior o más información del lugar puedes visitar la web oficial http://www.eisriesenwelt.at

Qué ver en Innsbruck

Llegamos a Innsbruck sobre las 2 de la tarde. Nos alojamos en el hotel Cityhotel Schwarzer Bär Innsbruck. Hotel regentado por una pareja muy amable, a orillas del río a 2 min andando del centro de la ciudad. Hotel muy recomendable. Nos dieron, aún no sabemos por qué, posiblemente la mejor habitación de este pequeño y coqueto hotel. Habitación muy amplia y con unas vistas estupendas. Contaba con wifi gratuita en todo el hotel.


Comimos un poco de pasta en un restaurante del centro y recorrimos la ciudad. Es una ciudad pequeña y aún así tienes bastantes cosas para ver. Sin duda es una de las ciudades más preciosas de Austria.

Innsbruck es la capital de la región del Tirol.

El monumento más importante es el Tejado de Oro, situado en Friederich Strasse, donde se encuentra también el viejo ayuntamiento.


Otra de las calles importantes es Maria-TheresienStrasse donde se encuentra el Arco del triunfo; el Parlamento; Ayuntamiento y la Columna de Santa Anna.


Visitamos la catedral y Hofkirche, como visitas religiosas. Encontramos también una tienda enorme de adornos navideños que nos encantó.


Estuvimos toda la tarde recorriendo la ciudad.


Cenamos en el famoso restaurante Restaurant Goldener Adler. Muy recomendable.


A la mañana siguiente nada más levantarnos fuimos a visitar Bergisel Ski Jump. El trampolín donde se realizan saltos de esquí. El precio de la entrada son 7,90 euros. Antes de llegar hay un parking donde poder dejar el coche, Nos costó unos 3 euros durante el rato que estuvimos en Bergisel. Fuimos los primeros en llegar y tampoco tuvimos que hacer cola.


Es impresionante ver desde donde saltan, aunque el precio es un poco excesivo. Arriba hay un restaurante donde poder desayunar con unas vistas impresionantes. Nosotros no lo hicimos, ya habíamos desayunado en el hotel.

Innsbruck es una ciudad que hay que visitar si realizas un viaje por Austria.

Carretera Grossglockner

De Innsbruck hicimos muchos kilómetros hasta llegar a al principio de la espectacular carretera Grossglockner. Nosotros hicimos el recorrido de Heiligenblut hasta Zell am See.

Heiligenblut es un pequeño pueblo muy bonito que hay antes de empezar la carretera y donde paramos a comer.

Grossglockner, su nombre viene del pico de la montaña más alta del país. Situada en pleno Parque Nacional de Hohe Tauern.

La entrada a esta maravillosa carretera cuesta 28 euros por vehículo. Solamente se puede visitar entre los meses de mayo a octubre. Al entrar te dan un mapa y te indican los diferentes puntos en los que puedes detenerte explicándote cada uno de ellos.

El punto más precioso es al desviarte para subir hacía el glaciar Pasterze. Había una cola para subir de unos 40 minutos. El glaciar es precioso. Había cantidad de gente. Tuvimos suerte y nos hizo un tiempo increíble.

La carretera avanza dando curvas y subiendo desnivel y vas realizando las paradas indicadas.


Es una carretera muy turística y está llena de coches, motos, gente en bicicleta…Los paisajes y las vistas son una maravilla por lo que sí se puede es muy recomendable recorrerla.


Quisimos adelantar camino en nuestra ruta por Austria y reservamos un hotel a más de 2 horas de Zell am See, en Obertrauner. Demasiado lejos, demasiados kilómetros para un mismo día.

Obertrauner, Hallstat, St. Wolfgang - Región de los Lagos

Llegamos a Obertrauner, después de muchos kilómetros, llegamos bastante cansados. Decidimos que aún nos quedaban fuerzas para conocer este pequeño pueblecito.
Nos alojamos en el hotel Obertrauner Hof, un precioso y pequeño hotel. Era como una gran casa distribuida en habitaciones con su baño, su cama, su balconcito. No muchos lujos, pero muy bonita y acogedora. Tenía 3 plantas y en cada planta había una especie de comedor compartido donde podías tomarte un té o café, o simplemente sentarte en un sofá leyendo cualquier libro. Es un hotel muy familiar, sus dueños muy amables. El desayuno muy bueno. Tenías wifi en todo el recinto.


Si algún día están por esta región este hotel les encantará.

El pueblo es muy pequeño, para cenar encontramos una pizzería, donde apenas hablaban algo de inglés. Luego vimos otro bar junto al lago.

El lago es lo más bonito de este pueblo. Algo realmente espectacular. Anocheció y regresamos al hotel.
Antes de comenzar una nueva ruta volvimos a visitar el lago, esta vez a la luz del día.


Estamos en la región de los lagos. A 5km de Obertrauner, se encuentra el famoso pueblo de Hallstat. Famoso por su lago y por ser muy turística.


Hallstat es un pequeño pueblo junto al lago de Hallstätter See.

Aparcar en este pueblo es prácticamente imposible a no ser que dejes el coche en uno de los 3 parkings que existen. Pagando, eso sí. Estuvimos unas 2 horas recorriendo el pueblo.

Destacamos la plaza principal, las iglesias, pero sobre todo el lago, además de las preciosas y coloridas casas, con sus espectaculares flores, que se encuentran junto a éste.


Había unas barquitas que alquilaban para poder pasearte por el lago. Alquilamos una, el precio era de unos 9 euros por media hora. Las vistas desde dentro del lago son magníficas. Acertamos en la decisión.


Aunque nosotros no fuimos, existe en Hallstat unas minas de sal que se pueden visitar, parece ser que son muy turísticas.

Decidimos continuar nuestro camino hacía otro pueblecito con lago, St. Wolfgang.


Es muy bonito, pero así como Hallstat las casas dan al lago y puedes pasear junto a este en St. Wolfgang no tienes la posibilidad de hacerlo. Solo hay algunos miradores donde asomarte.

Eso sí, las casas y sus las calles son muy pintorescas. Es muy turístico, había mucha gente paseando por ellas. Muchas tiendecitas de souvenirs.



St. Wolfgang es también un popular complejo de esquí durante el invierno.

Dejamos la región de los lagos para ir a Graz